Transición de terciopelo entre la izquierda

Columna

El Puercoespín

En México casi un tercio (9 de 32, 7 morenistas y dos panistas) de las entidades federativas están gobernados por mujeres; sin embargo, estos gobiernos locales no han experimentado una manifestación, un matiz, una intención o algún rasgo distintivo que hagan sentir las razones de género. Hasta ahora sencillamente han significado nombrar mujeres que, de alguna manera y paradójicamente, afianza al patriarcado por aquello que la llegada de las mujeres al poder tiene su origen en las famosas cuotas de género obligadas por ley que el patriarcado ha sabido explotar a su favor.

México es un país donde la disputa por el poder tiene, entre otros rasgos característicos, oscilar entre el centralismo y el federalismo. Actualmente estamos en una tendencia centralista porque los gobernadores continúan acentuando localmente gobernar con sus allegados y fortaleciendo el nepotismo, e incluso, concentrado en la burocracia administrativa y eliminando el rejuego de las fuerzas dentro del partido.

El evento

El acto protocolario estuvo dominado por el consenso morenista. El dominio de Morena en el Congreso de la Unión le dio un tono marcadamente partidarista al evento. El color guinda dominó. Lo anterior provocó un evento homenaje al presidente saliente. Las porras y los reconocimientos al ex presidente Amlo por parte de los legisladores fue total.

 La presidenta se sumó al homenaje al hacer de su discurso una apología del sexenio de Amlo.

Continuismo y transformación fue la promesa en la campaña. En el Congreso de la Unión ratificó la continuidad de las políticas de un Estado de bienestar, falta ver por dónde vendrá la diferencia.

Todo apunta que transitará por los rumbos de género: es tiempo de mujeres dice.

Tiempo de mujeres

 A nivel local las 7 gobernadoras morenistas no se diferencian en nada de las dos gobernadoras panistas. La Morena feminista gobierna en los estados está aplicando en el neoliberalismo que dice combatir con todo y sus vicios.

Sin embargo, la tendencia centralista actual y los deseos de cambio se sumarán al proyecto de Claudia, por su condición de mujer, que acentúen algunos puntos de transformación en la vida política nacional. Hay esperanza, en ese sentido, de transformar y romper las inercias de corrupción que el primer sexenio de la 4T fue incapaz de destruir para limpiar la vida administrativa.

Claudia Sheinbaum tiene el activo importantísimo de, convertir el legado de los programas sociales en una leyenda que estiman que se traducirá en apoyo político, todo dependerá de la capacidad de sostener los programas sociales, de mantener la economía en constante crecimiento y de continuar con la inclusión de todos los Méxicos, sobre todo el México de los pueblos originarios.

Por lo pronto esta transición de poderes entre la izquierda se da en un contexto muy distinto a los tiempos del PRI corporativo hasta el año de 1982 y del neoliberalismo desde entonces hasta 2018 que demostró lo fallido de ese sistema económico y político. La llegada se Sheinbaum se da sin devaluación, sin inflación y con una prospectiva de crecimiento económica bastante optimista.

Los tiempos de mujeres y la leyenda de Obrador podrán ser efectivos para un nuevo impulso de transformación si y solo si, Claudia saca de la inercia de corrupción y mediocridad a sus gobiernos locales -principalmente encabezado por mujeres- que le den un nuevo impulso al proyecto de transformación donde el espíritu de esperanza de las mujeres sea el motor motivacional que los conduzca precisamente al denominado Segundo Piso de la 4T.

De no darse lo anterior, Tiempo de Mujeres, será una simple narrativa retórica.

La oposición

Por primera vez la oposición parece haber tocado fondo. El no haber realizado ningún acto de protesta significativo es un acto de cordura que reconoce que su representación en el Congreso de la Unión es muy minoritaria, por tanto, sus consensos son muy pobres.

El haber tocado fondo nos hace presumir que la oposición podrá construir desde abajo un proyecto de nación que reconozca a los ciudadanos y sus necesidades, de no hacerlo continuará sin aportar nada salvo violencia política que no los conducirá a la nada y que prevalezcan los consensos morenistas.

Lo cultural

Para la nación la llegada al poder de una mujer es un durísimo golpe al patriarcado que tendrá que aceptar la presencia real de mujeres reales conduciendo la vida política nacional.

El símbolo de una mujer en Palacio es otro poderoso elemento a favor de Claudia para aplicar su proyecto personal de gobernar.

Mujeres gobernadoras, leyenda de Amlo y ahora golpe cultural serán los tres grandes motores que podrán hacer posible un proyecto de mujeres triunfador.

Los pasivos son las alianzas de Morena que le abrió la puerta a la corrupción. En los próximos dos años veremos cuál es más fuerte si la alianza corrupta versus mujeres transformando, leyenda Amlo y golpe cultural.

El tiempo empieza a correr.

Por lo pronto por primera vez, en décadas, tuvimos un cambio de gobierno de terciopelo y todo dentro del bando de la izquierda.