Contrapesos en el arte: la politización en la cultura

Autor: Sergio Escareño.

No quisiera empezar esta colaboración abordando la politización de la subsecretaría de cultura, pero es inevitable. Recientemente, no se ha dado difusión al flyer de la presentación de uno de los grupos más emblemáticos de Colima: “El Cerillazo”, a pesar de que la solicitud se hizo con antelación. Esto es preocupante, ya que es obligación de la subsecretaría promover las artes y la cultura. Me pregunto si esta omisión tendrá que ver con que los integrantes del grupo no simpatizan con la ideología de la llamada “4T”.

Es importante recordar que todo artista tiene derecho a recibir un ingreso por su trabajo. No deben ser utilizados gratuitamente para proyectos que no benefician a la población en general y que, en ocasiones, parecen más ocurrencias que propuestas serias.

Además, subir un flyer en el que se invita a empresarios a apoyar las artes y la cultura a cambio de deducciones fiscales no es tan sencillo como parece. Para que una empresa pueda deducir impuestos, primero debe crear o instituir una Asociación Civil o Fundación sin fines de lucro. Esto resulta complicado, ya que Hacienda exige numerosos requisitos y las empresas quedan sujetas a una estricta fiscalización. A veces, los permisos necesarios tardan años en ser aprobados.

Sería más eficiente que el subsecretario gestionara los recursos necesarios ante el gobierno federal para los proyectos que se dicen tener (aunque, honestamente, me pregunto cuáles).

Finalmente, me resulta inconcebible que se renten los espacios culturales cuando se trata de eventos con fines culturales. El subsecretario es quien decide si los “prestan” o los rentan, y curiosamente, con los eventos de Morena no hay problemas. Así están las cosas en el ámbito cultural: estancado y politizado, sin mostrar mejoras.