Sasha Vanessa

Hay golpes en la vida, tan fuertes… ¡Yo no sé!

Fue un 12 de abril que Victoria Amelia, mejor conocida como Tori, descubrió, a duros golpes, que la vida puede lastimar duramente con una noticia llena de vida y felicidad.

Precisamente a la tarde del 12 de abril Victoria conoció lo duro de los golpes de la vida. 

Llegó al cuarto donde estaba Alex, su madre, acompañada de Alejandro, su padre. Yo la abracé y ella en forma sorprendida miraba a todos reunidos y tímidamente, apenas audible de su boca, salían sus palabras llenas de preocupación. Estás enferma mamita, estás enferma. Nadie le contestaba todos estaban alegres y platicando de Vanessa.

Tori entre preocupada y alegre por la presencia de todos comenzó a actuar en forma indecisa, pero a la vez moviéndose con cierta velocidad hacia donde la llevaba su inercia. Se metía debajo de la cama, abría y cerraba el closet del cuarto, caminaba a gatas entre los visitantes. Allí estaban sus dos abuelas, su bisabuela, su tío abuelo José Ángel, su tía abuela Alejandra y sus hijos Carol, Carlos, Samantha, primos de Tori, y por supuesto su abuelo Federico, es decir, yo. 

Nadie le hacía caso, todos hablaban de Sasha Vanessa y lanzaban pronósticos del color de sus futuros ojos y de quién de sus ancestros heredaría los mayores rasgos. 

Tori andaba de cuetería, pero nadie la pelaba porque desde las doce del día del doce de abril en el sanatorio de la Guadalupana Victoria había empezado a desvanecerse y a convertirse en una chica invisible y ella lo sentía, pero no sabía que le estaba pasando.  

Ella seguía frenéticamente retando a todos los reunidos en el cuarto a que la econtraran y salía del baño se metía al closet, luego salía del closet y rodaba por debajo de la cama. Cuando la enfermera entró con Vanessa entre sus manos Torila vio y preguntó quién es. Y todos casi simultáneamente a coro le contestamos: es Vanessa, tu hermana menor.

Tori, pronto se recuperó, se avispó y pidió que la subieran a la cama con su mamá al lado de Vane, ella también quería comer al igual que su hermana directamente de su madre. Luego vio directamente a la pequeña y pidió que la acostaran en la cuna, ella también quería estar en la cuna con su hermana Sasha Vanessa. 

Fue entonces que tomé conciencia de cómo se sentía Tori. El cuerpo se le estaba borrando y ella eran consciente de ello.

Ella sabía y yo sabía que el mundo, su mundo había cambiado para siempre desde esa mañana del doce de abril.

Ella sabía y yo sabía que sobreviviría porque la vida da golpes duros y los más duros vienen de los seres que uno más ama. Era como un dardo de miel que la haría más feliz. El amor duele. Tori estaba apenas conociendo a Sashita y Sashita que, sin proponérselo, le estaba dando el primer golpe más portentoso en la vida de Tori. Un golpe que la haría más fuerte.

Por lo pronto desde el doce de abril la primavera tiene más flores. Abril es más primavera que nunca. 

Tori sabía que la vida iba ser mucho mejor, que su corazón iba a crecer y volvería a ser tangible para todos, pero por lo pronto sintió que…

Hay golpes en la vida, tan fuerte… ¿Yo no sé? 

Cuando Victoria Amelia y Sasha Vanessa sean grandes, tal vez, la vida me dé la oportunidad de leer el poema completo de César Vallejo.