Las autoridades irlandesas iniciaron la exhumación de restos en un antiguo convento en Tuam, donde se cree que fueron enterrados clandestinamente unos 800 bebés entre 1925 y 1961; el caso, vinculado a las Hermanas del Buen Socorro, es uno de los mayores escándalos de abuso institucional en la historia del país.
Irlanda, Avanzada (16/07/2025).- Uno de los capítulos más oscuros de la historia reciente de Irlanda vuelve a tomar fuerza. El lunes comenzaron las excavaciones en el antiguo sitio de una casa de acogida para madres solteras en la localidad de Tuam, al oeste del país, donde podrían hallarse los restos de hasta 800 bebés presuntamente enterrados sin registro oficial.
El inmueble, que operó entre 1925 y 1961 y era administrado por la congregación de las Hermanas del Buen Socorro, fue señalado desde hace años como posible escenario de entierros clandestinos. Todo comenzó cuando un grupo de niños encontró restos óseos mientras jugaba en la zona, lo que llevó a la historiadora local Catherine Corless a investigar. Su estudio reveló 796 certificados de defunción infantil, pero solo dos de ellos contaban con registro de sepultura.
Las primeras indagatorias realizadas en años recientes confirmaron la presencia de restos humanos en antiguos tanques sépticos del edificio. Ahora, con el respaldo del gobierno irlandés, un equipo multidisciplinario encabezado por la Oficina del Director de Intervención Autorizada en Tuam (ODAIT) ha comenzado trabajos más profundos para recuperar e identificar los cuerpos.
El área de intervención abarca cerca de cinco mil metros cuadrados y se estima que el proceso tomará al menos dos años. Participan especialistas de Irlanda, así como de Colombia, España, Reino Unido, Canadá, Australia y Estados Unidos. Según Daniel MacSweeney, director de la ODAIT, se trata de una labor forense “compleja y sin precedentes”, debido al deterioro y la mezcla de los restos.
Hasta el momento, unas 80 personas han entregado muestras de ADN con la esperanza de identificar a alguno de los menores enterrados. Las Hermanas del Buen Socorro han ofrecido una contribución de 2,5 millones de euros para las labores, aunque las autoridades aclararon que eso no las exime de futuras responsabilidades legales ni compensaciones.
Este caso se inscribe en un contexto más amplio de denuncias contra instituciones católicas en Irlanda, que durante décadas operaron hogares, asilos y lavanderías donde mujeres y niños fueron víctimas de abusos, negligencia y explotación. En 2014, tras el hallazgo en Tuam, el gobierno creó una Comisión para investigar posibles entierros irregulares en otras instalaciones similares.
La reapertura de este caso reaviva la memoria de miles de familias que buscan respuestas. Para muchos, las excavaciones no solo son un proceso científico, sino también un acto de justicia histórica.