La comunidad deportiva internacional lamenta el asesinato de la tenista india Radhika Yadav, ocurrido en un contexto de violencia familiar motivado por celos, presiones sociales y control patriarcal.
India, Avanzada (15/07/2025).– La trágica muerte de Radhika Yadav, una joven tenista de la India con una prometedora carrera tanto dentro como fuera de las canchas, generó una profunda conmoción en el ámbito deportivo y social de ese país. La joven, de 21 años, fue asesinada por su propio padre, Deepak Yadav, en un acto que fue calificado por activistas como un crimen de raíz machista.
El crimen ocurrió el pasado jueves por la mañana, en el interior del domicilio familiar ubicado en una zona rural del estado de Haryana. Según los primeros reportes, Radhika recibió cinco disparos. Su madre fue la primera en encontrarla herida de gravedad tras oír las detonaciones; pese a los intentos por trasladarla a un hospital, la joven fue declarada muerta minutos después. El arma homicida fue localizada en el lugar de los hechos.
Radhika se había convertido en un símbolo de superación para muchas mujeres jóvenes. A pesar de haber quedado fuera de las competencias del circuito ITF tras una lesión, no abandonó su vínculo con el tenis: fundó una academia en Gurgaon, desde donde formaba a nuevas generaciones de deportistas, al tiempo que se mantenía económicamente independiente y apoyaba a su familia.
Sin embargo, este papel de liderazgo femenino dentro del hogar fue mal recibido por su padre, quien según testimonios se sentía humillado por comentarios de amigos y vecinos que lo acusaban de “vivir del dinero de su hija”. De acuerdo con fuentes cercanas a la familia, las críticas hacia la forma de vestir de Radhika, su presencia en redes sociales y su popularidad entre jóvenes, se convirtieron en constantes focos de tensión.
Himanshika Singh, amiga cercana de la víctima, declaró en redes sociales que Radhika vivía “asfixiada” por las restricciones impuestas en casa, especialmente por parte de sus padres. También reveló que, bajo presión, la joven había accedido a cerrar su academia, pese a que ello significaba renunciar a su vocación.
Deepak Yadav, de 49 años, confesó su responsabilidad ante las autoridades, que han abierto una investigación formal para esclarecer los hechos. El caso encendió nuevamente el debate sobre la violencia de género en India, un país donde muchas mujeres enfrentan aún profundas resistencias culturales cuando deciden tomar control de su vida y su futuro.
Radhika Yadav se suma a una lamentable lista de jóvenes atletas víctimas de violencia en 2025. Su historia, más allá del dolor, pone de relieve la urgencia de combatir el machismo arraigado en muchos hogares y comunidades.