Avanzada (17/02/2025).- Una poderosa tormenta azotó el sur de Estados Unidos durante el fin de semana, causando estragos en varios estados y dejando un saldo de al menos ocho personas fallecidas. Las intensas lluvias y vientos huracanados provocaron inundaciones repentinas, evacuaciones masivas y cortes de energía que afectaron a miles de residentes.
En Kentucky, la tormenta cobró la vida de al menos ocho personas debido a las graves inundaciones. Los equipos de emergencia realizaron más de 1,000 rescates acuáticos en menos de 24 horas, mientras las crecidas de los ríos cubrían carreteras y viviendas. En algunas regiones, el nivel del agua alcanzó máximos históricos, convirtiendo el fenómeno en uno de los más devastadores en años recientes.
Ante la emergencia, el gobernador de Kentucky, Andy Beshear, calificó la situación como “catastrófica” y anunció el despliegue de recursos estatales para asistir a las comunidades afectadas. “Estamos haciendo todo lo posible para salvar vidas y brindar apoyo a las familias impactadas”, declaró.
En Georgia, una persona murió cuando un árbol cayó sobre su vivienda debido a los intensos vientos. Tennessee, Virginia, Alabama, Mississippi y West Virginia también registraron inundaciones severas, lo que obligó a las autoridades a declarar estados de emergencia y desplegar operativos de rescate.
En Tennessee, el colapso de un dique desató una crecida repentina que puso en peligro a varias comunidades. Las autoridades emitieron alertas instando a los residentes a buscar terrenos elevados, mientras los equipos de rescate evacuaban a las personas atrapadas en sus hogares y vehículos.
Los fuertes vientos, con ráfagas de hasta 95 km/h, derribaron árboles y dañaron líneas eléctricas, dejando a más de 185,000 personas sin electricidad en Georgia y a 109,000 en Alabama. En Kentucky, Mississippi, Carolina del Norte, Tennessee y Virginia, más de 30,000 hogares en cada estado también se quedaron sin suministro eléctrico.
Los meteorólogos advirtieron que, aunque la tormenta se alejó hacia el mar, las condiciones peligrosas podrían continuar en los próximos días, con ríos desbordados y vientos fuertes en algunas zonas.
El evento fue catalogado con un nivel 4 sobre 4 en la escala de riesgo de inundaciones extremas, una categoría poco común que suele ser responsable de gran parte de las muertes y daños por inundaciones en el país.
Las autoridades pidieron a la población evitar transitar por zonas inundadas y mantenerse alerta ante posibles evacuaciones. Mientras tanto, se espera que el gobierno federal brinde apoyo para la reconstrucción y asistencia a las familias afectadas.