SUPERIOR : 27 DE MARZO DE 2000 | INFERIOR: 11 DE FEBRERO DE 2024
Avanzada (24/11/2024).- La Selva Maya, un vasto ecosistema de 150,000 kilómetros cuadrados que abarca el sureste de México, el norte de Guatemala y Belice, está enfrentando una transformación acelerada. Este pulmón verde, solo superado por el Amazonas en América, no solo alberga una rica biodiversidad, sino también cientos de miles de habitantes y sitios arqueológicos de valor incalculable. Sin embargo, la expansión de la ganadería, el cultivo de palma aceitera y actividades ilícitas han provocado que grandes áreas de este bosque desaparezcan en las últimas décadas.
Datos satelitales revelan que entre 2001 y 2023, Guatemala perdió el 23% de su cobertura forestal, y el departamento de Petén, al norte del país, sufrió una pérdida aún más dramática del 33%. Esta región, hogar de la Reserva de la Biosfera Maya, ha sido especialmente golpeada. A pesar de las protecciones legales, áreas clave como el Parque Nacional Laguna del Tigre y la Sierra del Lacandón han experimentado altas tasas de deforestación.
Diego Incer, experto en teledetección de la Universidad del Valle de Guatemala, señala que la ganadería es el principal motor de la deforestación. “A menudo, los bosques que inicialmente fueron talados para la ganadería se convierten después en plantaciones de palma aceitera”, explicó. Este cultivo, utilizado para producir aceite vegetal, ha crecido vertiginosamente en Petén: de 30 kilómetros cuadrados en 2001 a 860 kilómetros cuadrados en 2017.
En áreas protegidas como el Parque Nacional Laguna del Tigre, los proyectos de perforación de gas y petróleo iniciaron una cadena de impactos negativos. Las carreteras construidas para estas actividades abrieron paso a la especulación de tierras, la minería y otros usos ilegales. Un análisis de imágenes satelitales y aéreas incluso detectó ranchos ganaderos con características inusuales, como pistas de aterrizaje clandestinas, lo que sugiere que muchas de estas áreas son utilizadas para actividades ilícitas más allá de la ganadería.
A pesar de este sombrío panorama, hay historias de éxito. Las zonas de usos múltiples dentro de la Reserva de la Biosfera Maya, donde las comunidades manejan los recursos de forma sostenible, han demostrado ser mucho más resistentes a la deforestación. Iniciativas de bajo impacto, como la cosecha de pimienta de Jamaica, miel, resina de chicle y hojas de palma xate, han permitido a las comunidades generar ingresos mientras conservan el bosque.
Un sistema de monitoreo desarrollado por el Consejo Nacional de Áreas Protegidas de Guatemala (CONAP), en colaboración con la NASA, ha sido clave en estos esfuerzos. Con mapas diarios de focos de incendios generados a partir de imágenes satelitales, las comunidades han podido responder rápidamente a los incendios forestales y reducir significativamente la pérdida de bosques.
África Flores, investigadora del Centro de Vuelo Espacial Marshall de la NASA, destacó el impacto de estas herramientas: “Es inspirador ver lo que se puede lograr cuando las organizaciones locales están empoderadas con tecnología”.
Aunque las tasas de deforestación han disminuido en la última década y algunas áreas han comenzado a recuperarse, los retos persisten. La sostenibilidad a largo plazo dependerá de replicar los éxitos de las comunidades forestales en otras partes de la reserva y fortalecer el control sobre las actividades ilícitas.
La Selva Maya, un símbolo de la riqueza natural y cultural de Mesoamérica, enfrenta un futuro incierto. La combinación de políticas sólidas, tecnología de vanguardia y el compromiso de las comunidades locales será crucial para garantizar que este tesoro natural sobreviva para las generaciones futuras.
Está nota fue elaborada a partir de un artículo publicado por la NASA, con la colaboración del Equipo de redacción de Ciencia.
Imágenes del Observatorio de la Tierra de la NASA por Wanmei Liang, utilizando datos del instrumento VIIRS del sistema EOSDIS/LANCE de la NASA, GIBS/Worldview y el satélite Suomi de la Alianza Nacional de Satélites Polares, con datos del instrumento MODIS del sistema EOSDIS/LANCE y GIBS/Worldview de la NASA, y datos de pérdida de bosques de la Universidad de Maryland. La imagen de archivo histórico de México y Guatemala fue publicada originalmente en este sitio web en 2004. Reportaje por Adam Voiland.