Colima, México, Avanzada (07/03/2022).- Desde hace casi doce años, se han cometido numerosos crímenes contra personajes públicos en Colima, que no han sido resueltos a cabalidad, pues si bien en algunos casos hay personas detenidas, en la gran mayoría no se han dado a conocer los móviles que propiciaron el hecho.
Entre los más significativos se encuentra el del exgobernador Silverio Cavazos Ceballos, ejecutado el 21 de noviembre de 2010 afuera de su casa ubicada en la zona norte de esta ciudad.
La entonces Procuraduría General de la República (PGR) informó tiempo después del homicidio que el autor intelectual fue el narcotraficante Gerardo Mendoza Chávez, entonces operador del cártel de La Familia Michoacana en Colima, además de la implicación de casi una docena de personas que participaron en la planeación y ejecución del atentado.
Fueron detenidos cuatro presuntos responsables, un expolicía implicado apareció muerto y cuando en mayo de 2018 fue detenido Mendoza en un rancho de Ixtlahuacán, a los pocos días fue asesinado en el penal de Puente Grande, en un hecho que tampoco fue aclarado.
Hasta la fecha se sabe que el exmandatario fue asesinado por el narcotráfico, pero las autoridades no han sido capaces de dar una explicación convincente y clara de las razones por las que se produjo el crimen.
Igual ocurrió con el médico Saúl Adame Barreto, coordinador de asesores del gobernador Mario Anguiano Moreno, quien meses después fue secuestrado en el centro de la ciudad de Colima y su cuerpo fue encontrado posteriormente en el interior de una fosa clandestina en el estado de Jalisco.
Según la versión de las autoridades federales, el asesinato habría sido cometido por miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), pero nunca se aclaró el móvil del hecho.
Enseguida fue asesinado el delegado de la Sedatu, Jaime Ernesto Vázquez Montes, cuando viajaba en una camioneta que fue rafagueada en las inmediaciones del jardín de San Francisco de Almoloyan. Tampoco hubo una explicación en su momento y años después no se sabe todavía.
Otro asesinado fue el abogado Samuel Rodríguez Moreno, sobrino del exgobernador Fernando Moreno Peña, quien era representante legal de uno de los negocios de Gerardo Mendoza en el estado de Jalisco y en su momento la procuradora Yolanda Verduzco mencionó su supuesta implicación en el asesinato de Cavazos, aunque nunca se probó, así como tampoco se conoció la autoría y el móvil de su asesinato.
En 2017 murió asesinado el presidente municipal de Ixtlahuacán en funciones Crispín Gutiérrez Moreno, cuando viajaba en carretera rumbo a la capital del estado. De la misma manera que en los casos anteriores, las autoridades no han brindado información que explique a la sociedad las circunstancias que rodearon ese homicidio.
Después fueron asesinados la diputada morenista Francis Anel Bueno Sánchez y el juez federal Uriel Villegas Ortiz y su esposa. La primera fue secuestrada en un poblado de Ixtlahuacán y permaneció desaparecida durante un mes, hasta que su cuerpo fue encontrado sepultado en una fosa clandestina ubicada en el municipio de Tecomán.
Días después, Uriel Villegas y su esposa, Verónica Barajas, fueron ultimados en su domicilio particular, cuando varios pistoleros llegaron a su casa fingiendo interés en comprar un vehículo que tenía en venta.
Según las autoridades, el juez y su esposa fueron asesinados como represalia por una decisión que tomó el juzgador en relación con los detenidos por el asesinato de la diputada. Sin embargo, nunca quedó clara la razón del homicidio de la legisladora.