Manzanillo, México, Avanzada (14/12/2022).- “Manzanillo alguna vez fue famoso por sus playas, inmortalizadas por un joven Bo Derek trotando entre las olas en la película ‘10’. Más tarde, se convirtió en el hogar del puerto de contenedores número 1 de México. Ahora, tiene otra distinción. A medida que los grupos criminales mexicanos inundan Estados Unidos con metanfetamina y fentanilo, la ciudad se ha convertido en un centro crucial para la industria de las drogas sintéticas”, plantea un amplio y documentado reportaje publicado este 13 de diciembre por el diario estadounidense The Washington Post.
Firmado por las periodistas Mary Beth Sheridan, Eva Herscowitz y Alejandra Ibarra Chaoul, el texto señala que la Marina mexicana ha confiscado alrededor de 600 toneladas de “precursores químicos” en Manzanillo desde 2007, lo que lo convierte en un importante punto de entrada, según comunicados de prensa militares y datos obtenidos por el periódico a través del sistema de transparencia del país.
“Los cárteles —indica el reportaje— están fabricando cada vez más drogas completamente a partir de productos químicos, en lugar de depender de las plantas. Si alguna vez los capos de México debieron sus fortunas a los feudos rurales de la marihuana y la amapola heroína, ahora dependen de una corriente de productos químicos, muchos de los cuales llegan de China. Los puertos marítimos, los aeropuertos y las instalaciones postales son fundamentales”.
El diario norteamericano reporta también que al asumir la presidencia en 2018 Andrés Manuel López Obrador prometió poner fin a la guerra contra los narcotraficantes respaldada por Estados Unidos, a la que culpó de una explosión de violencia y prometió centrarse en cambio en la corrupción del gobierno que permitió que los traficantes prosperaran, además de que ordenó a la marina que se hiciera cargo de los puertos marítimos de México plagados de sobornos en un intento por sofocar el torrente de precursores químicos importados.
“Sin embargo, detectar los químicos es mucho más difícil que identificar campos de coca o plantas de amapola. Miles de contenedores llenos de autopartes, teléfonos, colchones y otros bienes, entran y salen de Manzanillo cada semana. Los productos químicos ilícitos, que los contrabandistas suelen enmascarar con etiquetas falsas, se ocultan fácilmente en un vasto mar de productos legítimos”.
Aún así, expone, en los primeros cuatro años de la administración lopezobradorista han sido incautados más precursores que el gobierno anterior (de Enrique Peña Nieto) en todo su sexenio, de acuerdo con datos obtenidos vía sistema de transparencia.
El reportaje del rotativo estadounidense puso especial atención en la situación de la presidenta municipal de Manzanillo, Griselda Martínez Martínez, quien debido al atentado sufrido en julio de 2019 vive en el edificio de la Presidencia Municipal, además de que ha tenido que gobernar el municipio en calidad de “rehén”, custodiada por 15 elementos de seguridad.
El medio refiere que al llegar a la alcaldía, en 2018, la morenista Griselda Martínez descubrió que muchos de los policías de Manzanillo estaban trabajando con los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación y despidió a aproximadamente la mitad de los 200 oficiales y nueve meses después sufrió el atentado.
“En una señal de cuán profundamente ha penetrado el dinero de las drogas en la región, hay una serie de teorías sobre el intento de asesinato que aún no se ha resuelto. Los fiscales han investigado si la alcaldesa fue atacada en represalia por sus investigaciones sobre corrupción política o por su negativa a otorgar ciertos permisos. Martínez dijo que no era ningún secreto que algunos políticos y ejecutivos de empresas tenían vínculos con bandas de narcotraficantes”, publicó The Washington Post.
Griselda Martínez declaró que “es muy probable que grupos económicos o políticos le hayan pedido un favor a uno de estos grupos criminales” para eliminarla a ella.
El periódico narró que la alcaldesa Martínez “ha visto cómo la revolución de las drogas sintéticas transformaba su ciudad natal, que alguna vez se enorgulleció de ser la ‘Capital Mundial del Pez Vela’. Cientos de soldados, marineros y efectivos de la guardia nacional patrullan Manzanillo, codiciado por los grupos criminales tanto por su puerto como por el mercado local de drogas. Los cárteles producen tanta metanfetamina barata que ya no pueden venderla toda en los Estados Unidos. En dos años, las incautaciones anuales de metanfetamina vendidas en las calles de Manzanillo se han disparado de 820 dosis individuales a más de 6,800”.
Para leer el reportaje, puede ser consultada la siguiente liga de internet:
https://www.washingtonpost.com/investigations/interactive/2022/precursor-chemicals-fentanyl-meth/?itid=hp-top-table-main_p001_f002