Colima, México, Avanzada (19/11/2025).- La dirigencia de Morena en Colima calificó como un “golpe blando” el impacto político de la marcha del 15 de noviembre, convocada por sectores de la Generación Z en distintos estados del país. En rueda de prensa, la presidenta estatal del partido, Mitzuko Márquez Monroy, y el secretario de Organización, Alan Soto, afirmaron que la derecha intentó capitalizar y desvirtuar una manifestación legítima para convertirla en un acto de desestabilización.
Márquez Monroy inició su mensaje con un llamado a la paz, subrayando que Morena proviene de movimientos sociales que históricamente se han caracterizado por la protesta pacífica. Recordó que, en movilizaciones impulsadas por la izquierda, “jamás se rompió ni un vidrio ni se violentó un negocio”, y contrastó esa experiencia con lo ocurrido el pasado fin de semana.
Reconoció que miles de personas participaron de forma genuina en la marcha, motivadas por la preocupación por la violencia en el país. Sin embargo, insistió en que Morena advirtió desde días previos la presencia de actores de oposición interesados en “manchar” la protesta. Aseguró que en Colima esto se evidenció cuando un grupo identificado como “bloque negro” irrumpió con actos violentos, lo que provocó que muchos asistentes se deslindaran de inmediato.
La dirigente acusó directamente a liderazgos del PRI y PAN de haber intervenido en la movilización con fines políticos, lo que —dijo— demuestra que la oposición “ya agotó sus caminos en la democracia” y ahora recurre a la violencia como mecanismo de presión. Además, sostuvo que estos partidos llevan años intentando articular movimientos sociales con fines electorales, desde la cancelación del aeropuerto de Texcoco hasta las marchas de la “marea rosa” y las protestas de trabajadores del INE y del Poder Judicial.
También denunció que en la marcha en Colima se utilizó mobiliario del Ayuntamiento para instalar un templete, lo que calificó como un acto con “tintes políticos” ajeno a cualquier evento institucional. “Tal parece que esta desesperación de no ganar en las urnas ahora la llevan a las calles de manera violenta”, afirmó.
En su intervención, el secretario de Organización, Alan Soto, reforzó la narrativa de que la oposición ha optado por la confrontación ante la alta popularidad de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. Señaló que uno de los detenidos por actos violentos en la Ciudad de México trabaja como delegado del PAN y afirmó que hechos similares ocurrieron en Colima, donde —según dijo— una consejera panista habría participado en actos de vandalismo.
Soto aseguró que los jóvenes que marcharon de manera legítima se deslindaron de inmediato del grupo violento y que la población “dejó solos” a quienes protagonizaron los destrozos. Además, acusó que una camioneta propiedad del Ayuntamiento de Colima fue utilizada para transportar equipo destinado a la movilización, lo que consideró evidencia de un “golpe blando” contra el gobierno.
Morena sostuvo que insistirá en la vía del diálogo y la paz, y advirtió que la derecha intenta “utilizar” a distintos sectores —incluidos ahora los jóvenes— para construir narrativas de confrontación. “México necesita altura y debate de ideas, no violencia”, concluyó Márquez Monroy.