Mueren quemados diez recién nacidos en un hospital: la alarma no sonó

Avanzada (16/11/2024).- La noche del viernes se tiñó de horror en la ciudad de Jhansi, en el estado de Uttar Pradesh, India. Un incendio devastador arrasó la unidad de cuidados intensivos neonatales de un hospital, cobrando la vida de 10 recién nacidos e hiriendo a otros 16. El fuego, que se propagó rápidamente por el pabellón donde se encontraban 55 bebés, dejó tras de sí una escena de angustia, caos y preguntas sin respuesta.

Los padres esperaban, impotentes, frente al hospital mientras las llamas envolvían la sala. Los bomberos llegaron a los pocos minutos, pero se encontraron con un acceso bloqueado por el humo y las llamas. Con martillos y piedras rompieron las ventanas para intentar llegar a los pequeños. La operación de rescate comenzó unos 30 minutos después de que estallara el incendio, un retraso que costó vidas. “Si la alarma de seguridad hubiera funcionado, podríamos haber actuado antes y salvado más vidas”, lamentó Naresh Kumar, un padre que perdió a su hijo en el incendio.

Testigos y familiares narraron cómo el fuego avanzó velozmente por la sala de cuidados intensivos. A pesar de que el hospital contaba con alarmas contra incendios, estas no se activaron. “El personal solo reaccionó cuando el humo ya era evidente. Nos enteramos porque veíamos el fuego, no por las alarmas”, comentó Akhtar Hussain, cuyo hijo logró ser rescatado y ahora recibe tratamiento en una sala adyacente. La frustración de las familias era palpable: sabían que una respuesta oportuna y protocolos adecuados podrían haber cambiado el desenlace.

La tragedia reavivó el debate sobre las medidas de seguridad en los hospitales de India, un país donde los incendios en edificios públicos son habituales. La negligencia en el cumplimiento de las normas de construcción y el mantenimiento deficiente son factores comunes en este tipo de desastres. Solo en los últimos años, incidentes similares cobraron la vida de decenas de recién nacidos en distintas regiones del país. En mayo pasado, seis bebés murieron en un incendio en un hospital infantil en Nueva Delhi; tres años antes, otro incendio en Maharashtra dejó a 10 bebés sin vida.

El dolor de los padres que sobrevivieron a esta tragedia contrasta con la calma aparente del hospital que retoma su rutina. “No sé cómo vamos a seguir después de esto”, dice Akhtar Hussain, acariciando la cuna vacía de su hijo. El humo se disipó, pero el vacío y la angustia permanecen, mientras las familias esperan respuestas y justicia por las vidas que se perdieron en la noche más oscura de Jhansi.