Descubren vestigios prehispánicos en área donde pretenden construir el nuevo puerto 

Colima, México, Avanzada (29/08/2025).- Organizaciones ambientalistas informaron el hallazgo de cientos de piezas de origen prehispánico en la Isla Cocodrilos, ubicada en el Vaso II de la Laguna de Cuyutlán, donde se pretende desarrollar el proyecto del nuevo puerto.

La organización Defensores del Medio Ambiente y los Recursos del Mañana A.C. (Demarem), junto con el movimiento Salvemos Cuyutlán, Laguna Viva, denunciaron que en la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del proyecto portuario se omite el análisis del patrimonio cultural en la zona y “se ignora el patrimonio cultural de Isla Cocodrilos, donde hemos encontrado una cantidad abrumadora de restos prehispánicos”.

Añadieron: “Esta evidencia demuestra que ni siquiera el responsable del estudio ha visitado la zona que avala impactar”, por lo que reclamaron una evaluación arqueológica obligatoria, pues “la omisión constituye una grave violación a la Ley Federal sobreMonumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos”.

A través de un documento, las organizaciones indicaron que “la omisión del estudio arqueológico impide que el INAH cumpla con sus funciones, pues no se le da la oportunidad de determinar si existen vestigios y qué medidas de protección se deben tomar”.

Así también, la omisión del estudio arqueológico evita que se lleve a caboun salvamento, lo que puede resultar en la destrucción total e irreversible de cualquier vestigio cultural que se encuentre en la isla, lo que “violenta el espíritu de la ley, que es la preservación del patrimonio nacional para las futuras generaciones”.

Con base en lo anterior, exigieron que se realice una evaluación arqueológica obligatoria, pues la omisión constituye una grave violación a la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos”.

Por otra parte, advirtieron que en el vaso II de la laguna de Cuyutlán “se ha documentado la presencia de dragas marinas que evidencian que los trabajos de dragado se han iniciado”.

Explicaron que iniciar actividades de dragado antes de que el estudio MIA-R sea aprobado violenta el principio precautorio, porque se está priorizando la acción (el inicio de la obra) sobre la cautela (la evaluación del impacto MIA-R) que es fundamental para proteger el medio ambiente. En este contexto, la obra podría estar causando daños irreparables sin que las autoridades o la sociedad hayan tenido la oportunidad de evaluar los riesgos y decidir si vale la pena asumirlos o si se deben implementar medidas para mitigar el daño”.

El artículo 28 de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA) establece la obligatoriedad de la evaluación de impacto ambiental y, por ende, la prohibición de iniciar una obra sin la autorización correspondiente.

Señala: “La evaluación del impacto ambiental es el procedimiento a través del cual la Secretaría [de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Semarnat] establece las condiciones a que se sujetará la realización de obras y actividades que puedan causar desequilibrio ecológico o rebasar los límites y condiciones establecidos en las disposiciones aplicables para proteger el ambiente y preservar y restaurar los ecosistemas, a fin de evitar o reducir al mínimo sus efectos negativos sobre el ambiente. Para ello, en los casos que determine el reglamento que al efecto se expida, quienes pretendan llevar a cabo alguna de las siguientes obras o actividades, requerirán previamente la autorización en materia de impactoambiental e la Secretaría…”

Las organizaciones afirmaron que laManifestación de Impacto Ambiental presentada es una burla hacia la sociedad civil y hacia los pueblos que dependen de la Laguna de Cuyutlán, así como hacia todos los colimenses.

“No podemos permitir que un proyecto que tendrá efectos irreversibles sobre todo el estado se evalúe con este nivel de irresponsabilidad y carencia técnica”. Entre los impactos que denunciaronestán:

—La agudización de la escasez de agua potable, ya presente en la región.

—El despojo del modo de vida y subsistencia de los pescadores, y salineros atentando contra los derechos humanos.

—La pérdida irreparable de biodiversidad, barreras naturales y resiliencia del territorio ante fenómenos climáticos.

—La pérdida de biodiversidad de nuestra costa, ya que la laguna es el refugio de miles de especies que se reproducen y crían al interior del cuerpo de agua para luego regresar al mar en su vida adulta.

—La modificación de las corrientes marinas, que ocasionará la elevacióndel nivel del mar y la reducción drástica de nuestras playas, afectaciones por ende en el turismo, la erosión costera y la pérdida de nuestros hogares.

—La pérdida del patrimonio salinero, una práctica ancestral que sostiene a más de 1,500 familias en Colima.

—La violación de múltiples derechos humanos, como el derecho a un medioambiente sano, al acceso al agua potable, al acceso y elección del trabajo (no trabajos impuestos de obreros en el puerto, sino los medios de vida que ya sostienen a las familias), a la seguridad (no es un secreto la violencia que se va a desatar en la zona por el control del puerto), solo por nombrar algunos.

Refirieron que para los pueblos de Cuyutlán y Armería, el verdadero progreso y desarrollo no está en alimentar los intereses privados de quienes lucran con el puerto de

Manzanillo, sino en:

—Apoyar a los agricultores que llevan años racionando agua por el despojo hacia el puerto.

—Invertir en infraestructura pública en beneficio de la ciudadanía, no de un puñado de empresarios.

—Proteger a las cooperativas de pescadores, salineros, apicultores,agricultores y a las comunidades que dependen de la laguna respetando sus prácticas y modos de vida.

Manifestaron que el proyecto del puerto, tal y como está planteado, “sólo significa destrucción y despojo para las comunidades, un progreso y desarrollo que no hemos pedido ni solicitado”.

*Fotografía: Demarem A.C.