Colima, la ciudad mundial del homicidio y Tecomán, un campo de exterminio

Colima, México, Avanzada (08/06/2023).- Colima es la ciudad mundial del homicidio y Tecomán, un campo de exterminio que alberga panteones clandestinos desde  donde se exhuman decenas de cuerpos irreconocibles, que alguna vez tuvieron un nombre, un rostro, familia, amigos y conocidos.

La capital fue clasificada como la ciudad más violenta del mundo en el Ranking de las 50 ciudades más violentas que realiza el Consejo para la Seguridad Pública y la Justicia Penal. La tasa de homicidios es de 181.94 homicidios por cada 100 mil habitantes; la tercera más alta desde el 2009.

A ese indicador, se suma la delicada situación que acontece en Tecomán, un municipio costero que se convertió en uno de los panteones clandestinos del país, pues en los últimos dos años se han localizado un centenar de fosas con más de 200 cuerpos y restos óseos.

El más reciente hallazgo se llevó a cabo desde el 15 de abril y hasta el 4 de junio, es decir, durante 50 días. Durante ese tiempo, médicos, criminalistas, ministerios públicos, antropólogos forenses, policías y familiares de desaparecidos exhumaron 92 cuerpos, convertidos en restos óseos, que fueron enterrados clandestinamente en un terreno en la población rural de Cerro de Ortega, uno de los lugares con altos índices de violencia en Tecomán.

El anterior es el mayor hallazgo de personas asesinadas y enterradas de manera clandestina en Colima, un estado que en los últimos diez años ha retrocedido en el índice de paz, según el Instituto para la Economía y la Paz.

Sin embargo, a pesar de que Colima es la ciudad mundial del homicidio y Tecomán, un campo de exterminio, para la autoridad, los asesinados son números, cifras y porcentajes que se acumulan y se comparan con años anteriores para festejar la disminución de la criminalidad, o para corroborar que la prevención del delito es un fracaso. Sus nombres no se pronuncian, por lo menos no de manera pública.

Mientras, los restos óseos y los cadáveres continúan acumulándose en el Servicio Médico Forense de un estado que hasta hace dos décadas era el más seguro del país y ahora tienen niveles de criminalidad como los que registró Medellín en Colombia durante la época del narcotraficante, Pablo Escobar, según el Consejo para la Seguridad Pública y la Justicia Penal.