Colima, México, Avanzada (14/11/2025).- En Colima, las familias están pagando cada vez más para cuidar su salud. En siete años, el gasto de bolsillo destinado a servicios médicos se disparó 117.1 por ciento en comparación con 2018, de acuerdo con un análisis de México Evalúa. El crecimiento dejó a la entidad como la segunda del país donde más aumentó este desembolso, sólo por debajo de Oaxaca, donde el alza fue de 136.9 por ciento.
El estudio revela que en 29 de las 32 entidades los hogares incrementaron lo que pagan directamente para atender enfermedades, comprar medicinas o recibir atención médica. Las únicas excepciones fueron Aguascalientes, Campeche y Nuevo León, donde los gastos disminuyeron ligeramente. Entre los estados con mayor incremento, además de Oaxaca y Colima, destacan Ciudad de México con 102.9%; Tamaulipas que alcanza el 75.2% y Zacatecas con 75.1%.
México Evalúa apunta que buena parte del encarecimiento proviene del desabasto de medicamentos en los hospitales públicos. El problema se arrastra desde 2019, cuando el Gobierno federal eliminó intermediarios y centralizó la compra de medicamentos en Hacienda y Salud con la promesa de reducir costos. La estrategia no funcionó: los hospitales públicos nunca lograron regularizar el abasto y la carga económica terminó trasladándose a las familias.
El análisis de la organización expone que, a lo largo de estos años, el Gobierno ha intentado corregir el rumbo. Primero, en 2023, con la creación de la llamada Megafarmacia del Bienestar, un centro de almacenamiento (Cefedis) que prometía surtir medicinas a nivel nacional. Más recientemente, en 2025, se anunció el programa Salud Casa por Casa, que busca llevar atención y fármacos a domicilio para adultos mayores y personas con discapacidad. Ninguna de estas iniciativas ha frenado el incremento en el gasto de bolsillo.
México Evalúa menciona que la crisis también ha detonado otra tendencia: la automedicación. En 2024, unos 16 millones de personas se autorrecetaron, casi el doble de las 9.6 millones que lo hicieron en 2018. Para México Evalúa, este fenómeno es una consecuencia directa del deterioro del sistema público: largas esperas, centros médicos lejanos, desconfianza institucional y la certeza de que, incluso si se logra una consulta, no habrá medicinas.
Los medicamentos más comprados sin receta o fuera del sistema público son para presión arterial, antibióticos y tratamientos para diabetes. Entre 2018 y 2024, estos rubros reportaron aumentos reales de 242.3%, 37.1% y 261%, respectivamente. Son cifras que, además de reflejar un problema sanitario creciente, exhiben el peso económico que estas enfermedades crónicas imponen sobre los hogares.
Incluso los padecimientos más comunes están golpeando el bolsillo. El gasto en fármacos para dolores de cabeza o fiebre creció 333%, convirtiéndose ya en el quinto concepto más costoso del gasto de bolsillo en salud en el país.